A los 118 años, falleció la persona de mayor edad conocida en el mundo, la monja francesa Lucile Randon, o la hermana André, como también era conocida.

La noticia fue confirmada por el asilo donde paso sus últimos años de vida, en la localidad de Toulon, Francia.

Vida

Antes de conventirse en monja, se dedicó a ser maestra e institutriz, donde cuidado a menores durante la Segunda Guerra Mundial. Luego trabajó en un hospital en la región francesa de Auvernia-Ródano-Alpes con niños huérfanos y ancianos.

Trabajo y una copa de vino

La mujer que nació en Nueva York, en sus más de 100 años fue testigo en primera persona de diferentes hechos: guerras mundiales, pandemias,

Según informo la BBB: «en una conferencia de prensa el año pasado, dijo que su trabajo y el cuidado de los demás la habían mantenido por tanto tiempo. «La gente dice que el trabajo mata, pero a mí el trabajo me mantuvo viva. Seguí trabajando hasta los 108 años», reflexionó.

Aunque perdió la vista y dependía de una silla de ruedas, solía cuidar a otras personas mucho más jóvenes que ella.

Respecto a su rutina, el medio El Universal informó el año pasado, que la mujer se levantaba a las 7 de la mañana y comenzaba su rutina, donde no podía faltar una copa de vino, “es quizás el secreto de su longevidad”, dijo uno de sus cuidadores de la casa de retiro donde vivio los últimos 12 años.