La medianoche de este sábado 2 de septiembre los relojes deberán ajustarse en Chile, marcando el inicio del tan esperado horario de verano en el país. Con esta medida, la indicación es el adelanto de una hora, lo que puede generar ciertos efectos y desajustes en la rutina y los hábitos de sueño tanto en niños como en adultos.

Con el cambio de horario en Chile continental e insular, a excepción de la región de Magallanes y la Antártica Chilena que mantienen esta normativa, inicia el horario de verano. Instancia en la que muchos deben procurar ciertos cuidados para enfrentar el conocido “jetlag social”, instancia en la que se produce un desajuste entre el reloj biológico interno y las actividades u obligaciones diarias al realizarlas ahora con menos luz matinal y más luz vespertina, lo que no implica alargar nuestros días pues esto podría generar alteraciones.

Por ello, la Dra. Evelyn Benavides, neuróloga del Centro del Sueño de Clínica Las Condes explica que este es un proceso de adaptación que dependerá de cada persona y su rutina. “Lo ideal es preparar el cambio de horario adelantando 15 minutos la hora habitual de dormir la semana previa para llegar con el reloj biológico ya sincronizado al nuevo horario”.

El organismo está regido por variados mecanismos fisiológicos llamados ritmos circadianos, los que se conocen comúnmente como reloj biológico; esto incluye todo el mecanismo de vigilia, atención e incluso del sistema digestivo, respiratorio y cardiovascular, los que deben estar ajustados para trabajar en un cierto ritmo dentro del día.

“Con este cambio de hora en el que pasamos del horario de invierno a verano vamos a tener una hora menos de sueño, por lo tanto, puede haber efectos en la población en general, principalmente en niños pequeños, adultos mayores y en personas que ya tienen problemas para dormir o que requieren de algún medicamento para conciliar el sueño”, agrega la especialista de Clínica Las Condes.

Consejos para minimizar los efectos del cambio horario
Muchos suelen ser afectador por el cambio de hora, por ello resulta útil poner en práctica estas medidas para minimizar el impacto y así asegurar una tranquila transición al nuevo horario.
• Mantener el ritmo biológico hacia la mañana: Realizar nuestras actividades principalmente en horario AM, tales como actividad física, mayor ingesta calórica durante la mañana, mantener la exposición al sol matinal para que el cerebro vaya descansando durante la noche y así tener un sueño de calidad.

• Anticipación: Para que la rutina del sueño no cambie de manera repentina, se sugiere que durante los días previos se inicie una preparación levantándose o acostándose 15 minutos antes.
• Reducir la actividad durante el fin de semana: Dado que el cambio de horario se realizará este sábado, se recomienda realizar actividades de poco esfuerzo para así no acumular cansancio.
• Moderar el consumo de bebidas estimulantes: Se recomienda no ingerir café, té, alcohol o cualquier bebida energizante que tenga efecto sobre el sueño, especialmente después de las 17:00 hrs.
• Evitar el consumo de medicamentos para dormir: Los efectos del cambio de horario desaparecerán cerca de los tres días, por lo mismo es mejor esperar y no automedicarse.
• Evitar la exposición a pantallas: Al menos media hora antes de dormir. 

“La mayoría de las personas logran adecuarse a este nuevo horario dentro de la primera semana, sin embargo, hay personas en las que esto persiste por varios días, a lo que es necesario estar atentos para consultar con un especialista. Esto es relevante porque puede producirse una sensación de malestar los días siguientes, poca concentración y por ende cometer más errores en la parte laboral, lo que es importante tener en cuenta durante los primero días” agrega la doctora Benavides.